La Balona, los balonos, y el fútbol de La Línea por extensión llora desde ayer la muerte de Antonio García Bautista [Bautista] uno de esos futbolistas de antaño que ayudó a dar sentido al sobrenombre de Recia que acompaña a la Real Balompédica y que a primera hora de ayer y cuando se encontraba internado en el Hospital Punta Europa de Algeciras decidió marcharse para siempre, poco antes de cumplir los 64 años.  
 
El cuerpo sin vida de Bautista, que participó del primer ascenso de la entidad a Segunda B, es velado desde ayer en el Tanatorio de Servisa, donde esta mañana (10:00) será oficiada una misa en su memoria a cuyo término se procederá a la incineración.  
 
Antonio Bautista nació y se crió en el barrio de La Colonia. Jugó en las categorías inferiores en equipos como el Eslava, Diamante o Andalucía antes de incorporarse a uno de los clásicos del balompié aficionados de La Línea, el España de dicha barriada, del que dio el salto a la Balona en la temporada 1971/72.  
 
El zaguero hizo un paréntesis durante su servicio militar para enfundarse la camisola del extinto Recreativo (entonces filial de la Balompédica) y en la 1974-75 junto a Lorenzo y Armas y bajo la batuta de Antonio Reyes se marchó al Motril, con el que campeonó en Tercera división.  
 
Después de su dilatada estancia en el Díter de Zafra (1975-79) regresó a su Balona en 1979 y formó parte de aquella plantilla legendaria que primero al mando de Quimet Carreras y en el momento definitivo de Jaco Zafrani logró en 1983, en el estadio Ipurúa de Éibar, el primer ascenso de la entidad a la Segunda B.  
 
El presidente de la Real Balompédica, Alfredo Gallardo, visiblemente afectado, visitó ayer la capilla ardiente y depositó una bandera de la entidad sobre el féretro con los restos del zaguero.