El secretario técnico del Recreativo de Huelva, Fernando Iturbe, ha dicho que como tal "tengo la máxima responsabilidad" del descenso, "pero no podemos olvidar que las circunstancias que nos rodearon durante todo el año lo hizo mucho más complicado. Asumo mi responsabilidad, pero fallamos todos. Se nos olvida que el planteamiento a 15 de julio era muy distinto del que tuvimos que afrontar luego. Teníamos un equipo hecho pendiente de los jugadores que nos darían el salto de calidad. Habíamos hablado con Nino y también con Geijo y Alfaro. Oltra estaba al tanto de todo. Luego nos encontramos con que Hacienda rechazó el acuerdo para desbloquear el club y nos quedamos con la plantilla que teníamos el 15 de julio sin poder completarla. Esto motivó el problema para inscribir a los jugadores que tuvimos después. Además, Víctor Hugo Mesa comprometió entonces un millón de euros antes del 31 de agosto con el que íbamos a completar la plantilla y como Hacienda denegó el acuerdo y bloqueó las cuentas decidió no aportarlo porque era dárselo a Hacienda y no al club. Con ese panorama el presidente se vio obligado a buscar una solución urgente para poder inscribir a los jugadores que ya teníamos firmados y se vendió a Toño. Fueron muchos contratiempos. Esperamos la solución a lo de Hacienda con Geijo apalabrado y Marc Bertrán firmado sin que al final pudiésemos hacerlo".  
 
Sobre el fichaje de Braulio afirmó que "en plena incertidumbre económica nos lo ofrecieron. Queríamos dos delanteros y ante el riesgo de vernos sin poder incorporar a nadie más decidimos de acuerdo con nuestro entrenador que era mejor ficharlo porque económicamente era factible y apurar hasta el final por Geijo. El tema económico mató nuestra planificación deportiva en el verano y luego fuimos siempre lastrados por las carencias que arrastramos. Nuestra plantilla con los delanteros que teníamos previstos y Marc habría sido otra".  
 
Preguntado si hubiera preferido hacer el equipo con dos millones en lugar de con tres y que le faltara uno, contestaba que "si en junio sabemos que los recursos finales iban a ser los que fueron habríamos hecho un equipo diferente, con otro tipo de jugadores, pero insisto en que nuestra plantilla fue incompleta. Competimos toda la temporada con una plantilla que no estaba terminada". 
 
Para el madrileño "sería muy difícil" salvar algo del desastre deportivo. "No podemos engañarnos. Quizá lo único positivo fue la aparición de gente de la cantera que dio la cara en momentos complicados como Antonio Domínguez o Caye Quintana".  
 
"Acepto todas las opiniones, pero no entiendo cuando se entra en descalificaciones personales" 
 
Su nombre está ahora en el centro de muchas críticas, sobre lo que decía que "asumo toda la responsabilidad que me corresponde como parte de mi cargo, pero el descenso ha sido la suma de los fallos de todos. Los jugadores, los diferentes entrenadores o el entorno con la permanente crispación que nos ha acompañado durante la temporada. Ha sido un año muy difícil. La tensión permanente afectó a los jugadores. Alrededor de este club hay muchos intereses y no siempre sanos. Gran parte de esa crispación se focalizó alrededor de Pablo Comas, del que a veces se nos olvida que hace tres años y medio salvó al Recre del colapso y ahora, a pesar de los errores, lo ha vuelto a hacer al encontrar un comprador para el club. Muchas críticas que ha recibido fueron por cuestiones personales. Particularmente me parece que muchas críticas que he recibido yo también son desmedidas. Acepto todas las opiniones, pero no entiendo cuando se entra en descalificaciones personales".  
 
"Se han hecho cosas buenas y otras malas. No debemos esconder las malas y hay que dar la cara y asumir la responsabilidad, pero no por ello hay que olvidar las cosas que se hicieron bien durante estos años. Uno de nuestros grandes problemas es que las cosas buenas no las supimos vender. Nos hemos equivocado en muchas cosas, entre ellas en la comunicación y en nuestra relación con los medios. Pagamos la defensa a ultranza de las normas que impuso Sergi Barjuan al llegar, cuando quizá en ese momento tuvimos que habernos sentado con él y haber llegado a un punto intermedio entre su filosofía y la propia idiosincrasia de Huelva. Ahí comenzaron algunos de nuestros problemas que luego se fueron acrecentando. Cuando se intentó reconducir la situación al inicio de su segunda temporada, ya era tarde. Ahora se abre un nuevo tiempo para el Recreativo con la llegada de los nuevos propietarios. Es el momento de regenerar el club y regenerar la ilusión de todos nuestros aficionados", continuó. 
 
"Uno de nuestros grandes errores fue fichar a un entrenador pensando más en el entorno que en el propio equipo" 
 
Traer a Oltra fue "quizá uno de nuestros grandes errores, fichar a un entrenador pensando más en el entorno que en el propio equipo. Todo comenzó muy bien, pero cuando empezaron las dificultades de pretemporada y nos encontramos con los problemas para completar la plantilla nuestra relación con él se fue enfriando. Incluso mi trato con los jugadores fue más distante que nunca. Cuando vio que la plantilla final no era la que habíamos planeado en lugar de adaptarse a la realidad y variar su discurso optó por dar aquella famosa rueda de prensa y trasladar su frustración a la plantilla y resto del cuerpo técnico".  
 
Preguntado por qué le pareció, dijo que "me sorprendió bastante porque vendió como novedad algo que sabía y que conocía porque había vivido todo lo que nos había pasado en pretemporada. Demostró ser un gran estratega tanto dentro como fuera del terreno de juego. Se centró más en unir al grupo alrededor suya que hacerlo alrededor del club y al final contagió a la plantilla".