Fue uno de los fichajes más prometedores de la recientemente clausurada era Gildoy, pero como muchas de las cosas que intentó Pablo Comas, no salió bien. Dani Sotres ha pasado de ser un negocio a convertirse en un problema para el Recreativo. El prometedor cancerbero militó la pasada temporada en el Racing de Santander en calidad de cedido y ahora regresa al Decano, con el que todavía tiene contrato. 
 
Será, sin embargo, un viaje de ida y vuelta. Sotres no cuenta para el Recre por razones económicas -tiene una elevada ficha-, y deportivas -la apuesta del club para la portería es renovar a Rubén Ramos-. Saldrá de Huelva, pero la forma y su destino son una incógnita. 
 
El contrato de cesión con el Racing incluye una opción para que el portero continúe ligado al cuadro cántabro hasta el 30 de junio de 2019, pero no hay noticia de que haya sido ejecutada. Sotres ha jugado poco en El Sardinero, aunque en Santander no verían con malos ojos su continuidad siempre y cuando el coste económico de la operación sea nulo o bajo. 
 
En su momento, el Decano adeudaba 300.000 euros al Racing por la compra-venta del meta, pero ambos clubes acordaron una fórmula de pago y repartirse a medias los ingresos en caso de un futuro traspaso. Un traspaso hoy inviable después de que el jugador haya perdido gran parte de su caché. 
 
Así las cosas, la salida más fácil sería la rescisión del contrato de Sotres con el Recre, en el marco de una negociación que incluiría la parte de la deuda no cobrada por el Racing y los porcentajes sobre una hipotética venta futura.